El Vampiro y el sexo salieron de su atuad

CINE

La polémica cinta del El vampiro y el sexo versión alterna a El Santo en el tesoro de Drácula por fin se estrenó.

Póster de la película

Alrededor del Teatro Diana había reventa, enmascarados, olor a palomitas, expectación y una película que desde 1968 no veía la luz; «uno de los secretos mejor guardados del cine nacional», por fin sería proyectada.

La sala estaba prácticamente llena, la gente estaba expectante y ansiosa de ver lo que por tantos años había permanecido oculto. Las luces se apagaron e iluminaron solo el escenario.

La leyenda de El Vampiro y el sexo

Iván Trujillo, director del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), apareció en el escenario y dijo unas breves palabras antes de comenzar la función, explicando que con este acto se cerraba oficialmente el FICG26 y se cumplía con la promesa de proyectar la película en Guadalajara. Resaltó que lo que se estaba por presenciar era prácticamente una leyenda.

La sala se oscureció  y los créditos comenzaron a correr a la par de la sangre que inundaba la pantalla, las imágenes eran a color como se había prometido.

La primer escena arrancó los primeros aplausos de los  espectadores, entre un grupo de científicos aparecía El Santo a cuadro. La leyenda urbana se estaba develando.

La exhibición fue un vaivén de aplausos, sobre todo cuando El Santo entraba en acción, mientras que los efectos y tecnología de los años 60´s, así como las apariciones y desapariciones de Drácula y las ocurrencias de un joven Alberto Rojas «El Caballo»,  generaban las risas de los asistentes.

Sin embargo, lo más esperado de la noche eran las polémicas escenas de desnudos, aproximadamente a los 15 minutos de iniciada la película se presentaron los primeros torsos femeninos desnudos, los pechos de dos nuevas sacerdotisas de Drácula eran mostrados en pantalla, y poco tiempo después un grupo mayor de mujeres vampiro desnudaban sus cuerpos para que Drácula les ponga la marca del vampiro y las mande a saciar su sed de sangre.

Escena de la película

Aldo Monti, que encarna a Drácula en la película, tiene otra escena de corte erótico cuando seduce y acaricia los pechos de la protagonista femenina Noelia Noel,  mientras ella manifiesta su placer al ser tocada por el vampiro.

En ese momento se devela el mito de los desnudos de la película, pero también se ratificó que El Santo en ningún momento comparte escena con ninguna mujer desnuda.

La película transcurría, y poco a poco la atención que estaba centrada en los desnudos, fue cambiando al terreno de cualquier película de El Santo, las risas por los efectos de la época, los chistes y escenas chuscas en medio de escenas dramáticas, y sobre todo la euforia que se desata en los asistentes por ver pelear al enmascarado de plata.

Es difícil saber cómo hubiera reaccionado el público de aquella época con esta película, probablemente se hubieran escandalizado; pero lo cierto es que dejando a un lado las escenas eróticas y los efectos visuales, (que para la época eran vanguardistas), la reacción de la gente en el Teatro Diana quizá fue muy parecida a la forma en la que racionaba la gente de hace 40 años cuando veía a su ídolo pelear con los desalmados y contra cualquier tipo de monstruo.

La gente salió contenta de sala, se veían sonrisas en sus rostros, comentaban lo visto, se retrataban junto al cartel de la película y los enmascarados acaparaban las miradas de los testigos de cómo un secreto tan bien guardado era develado, El Vampiro y el sexo salían de su ataúd al fin.

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